AMORES CON MAYÚSCULAS

/ admin / Comentarios Inteligencia emocional , Visión humana

Supongo que no soy nada su original si digo que alguna vez me he sentido (y siento)  enamorado. Todos lo hemos estado. Todos hemos visto alguna vez encender  la chispa en nuestro interior al encontrarnos frente a  unos ojos,  una voz, o una manera  de caminar. También todos hemos sentido amores ante otras cuestiones como la casa que un día nos enamoró o aquella profesión a la que una vez idealizamos hasta la obsesión.

Algunos amores  pasan de manera efímera por nuestra vida mientras que otros  se quedan en ella para siempre.

Estos segundos son los que a mí  me gusta llamar AMORES CON MAYÚSCULAS. Son  Amores que se funden en nuestro ADN y  se convierten en parte de nosotros. Son amores incondicionales que se colocan a un nivel superior al del deseo, las pasiones e incluso a los proyectos de vida en común.

Son amores  condenados a quedarse  para siempre, aunque a veces te  limitan, te  pesan y te duelen hasta el alma. Pero también son amores que al conformar sus raíces  terminan por hacer de ti  un ser diferente: sólido, fuerte  y casi eterno.

A veces veo estos amores reflejados en muchas parejas. Aunque ya digo que no me refiero solamente a  los amores de este tipo. También resulta frecuente encontrarlos  ligados a la propia profesión. Creo que este es mi caso ante la mía, la Medicina de Familia: Agobiante,  extenuadora hasta el límite  y tantas  veces maltratada  por  innombrables  que  nos utilizan según sus propios intereses.

Hace unos días, se me acercó una mujer por la calle. Acababa de perder a una persona muy querida que había sido paciente mía. Y entre lágrimas hizo algo tan sencillo y tan importante como agradecer mi trabajo al  acompañar a mi paciente  en los últimos momentos de su vida. Entonces vi dos amores  reflejados en los ojos de aquella mujer: El suyo  por el ser perdido y mi propio amor por mi profesión. Ambos: AMORES CON MAYÚSCULAS. Amores que a veces te limitan, te pesan y te duelen hasta el alma. Pero también amores que hacen de ti  un ser sólido, fuerte y casi eterno.

A pesar de tantas mediocridades  que  incansablemente se permiten el lujo de olvidar,  cuestionar y maltratar  nuestro trabajo.

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